Ubicado cerca de Harajuku, este santuario sintoísta está dedicado al Emperador Meiji y la Emperatriz Shoken. Es uno de los sitios religiosos más importantes de Japón y está rodeado por un bosque artificial con más de 100 mil árboles donados de todo el país. Un espacio de meditación y retiro espiritual, a minutos de la modernidad de Takeshita Street.
El cruce de Shibuya, uno de los más transitados del mundo, es un verdadero espectáculo urbano. Rodeado de pantallas LED gigantes, tiendas y restaurantes, es el corazón juvenil de la ciudad. Muy cerca está la estatua de Hachiko, el perro que esperó durante años a su dueño fallecido, convertido en símbolo de lealtad.
Asakusa conserva la atmósfera del Japón antiguo. El Templo Senso-ji, dedicado a Kannon, diosa de la misericordia, es el más antiguo de Tokio. Se accede por la calle Nakamise, donde se venden dulces tradicionales, kimonos y artesanías.
